TEMA 3: La enseñanza-aprendizaje y certificación de lenguas extranjeras por las instituciones internacionales
¡Hola a todos y a todas y bienvenidos un día más a mi blog! La entrada de hoy estará orientada hacia el tercer tema que Carla Bouzada ha impartido en la asignatura As Linguas Estranxeiras no Contexto español e internacional, el cual hace referencia a la enseñanza-aprendizaje y certificación de lenguas extranjeras por las instituciones internacionales.
En un proceso tan complejo como es el de la enseñanza, quizás pensemos que los únicos que intervienen sean el docente y el discente, ya que son aquellos individuos que tenemos ante nosotros y que por ello constituyen la cara visible del sistema educativo. Sin embargo, hay otros miembros que están en la sombra pero que de igual manera integran este proceso y son imprescindibles en él. Estos son las autoridades educativas, cuya función principal es la de especificar los objetivos del aprendizaje; los usuarios relacionados con los exámenes y las calificaciones, los cuales consideran los parámetros que son relevantes para cada cualificación y nivel exigido, toman decisiones sobre los temas que deberían incluirse en los exámenes, explicitan los contenidos mínimos que serán calificados en los exámenes...; los autores de manuales y responsables de diseños de cursos, quienes toman decisiones sobre la organización y selección de actividades y ejercicios y proporcionan instrucciones o incluso material para su desarrollo. ¿Y entonces, esos miembros visibles que mencionamos previamente, qué función desempeñan? El profesorado, el cual es, a mi parecer, uno de los miembros con mayor relevancia, debe respetar las orientaciones oficiales, utilizar materiales didácticos (bien hayan sido elaborados por otros o por ellos mismos), preparar pruebas para los alumnos, realizar un seguimiento de su progreso, adaptar sus métodos de enseñanza si está no discurre según lo esperado y un largo etcétera. Por último, el alumnado debe desarrollar las competencias y estrategias necesarias para alcanzar los objetivos impuestos.
Es probable que os surja, de la misma manera que a mí me surgió en su momento, la pregunta de a qué nos referimos exactamente con metodología o métodos de enseñanza. Tal y como mencionamos en una de las anteriores entradas, más concretamente en aquella que trataba las programaciones didácticas vigentes (consultable pinchando aquí), la metodología es uno de los elementos fundamentales del currículo y también lo es en la enseñanza regulada por las instituciones internacionales. Con metodología nos referimos a la concreción de un método de enseñanza en un contexto determinado, hecho que ayuda a la consecución de los objetivos planteados. Pero entonces... ¿hay más de un método? ¿están recogidos en un libro, o los creamos nosotros? Si bien las metodologías son muy variadas y están en constante desarrollo y evolución, ya que surgen nuevas que cuestionan las anteriores o las modifican, en la enseñanza de idiomas hay una serie de ellas que se han empleado durante años, otras que fueron pioneras en su momento pero que en el contexto actual se encuentran muy desactualizadas... Gracias a una de las actividades que realizamos en el aula pudimos observar brevemente las características de aquellas que han sido más aceptadas, tales como el método de la gramática-traducción, el directo y natural, el oral y enseñanza situacional de lenguas, el audiolingüe, el comunicativo, el de la respuesta física total, la sugestopedia, o los que están más en auge, tales como el enfoque por tareas o por contenidos (CLIL). A través del análisis de los métodos arriba mencionados sacamos la conclusión de que un sólo método, por mucho que sea completo o esté perfectamente aceptado por las instituciones y por ende, por la sociedad como conjunto, no es suficiente para que el aprendizaje del alumno sea significativo. ¿Y qué queremos decir con esta tal vez atrevida afirmación? Pues que las metodologías aplicadas por un docente no deberían constituir compartimentos estancos, lo que quiere decir que el proceso de enseñanza-aprendizaje no debería estar formado por un solo método, sino que lo ideal sería beber de todas las fuentes y aplicar distintos enfoques para realizar distintas tareas. De ese modo aumentaríamos la motivación del alumno, el cual dejaría de estar sumido en una única dinámica y la eficacia será mayor. Por último, cabe mencionar que el MCER tiene una visión similar a la nuestra, ya que explicita que "la eficacia depende de la motivación" y que "se debe evitar las preferencias o el dogmatismo" por una opción metodólogica en concreto.

¡Y hasta aquí la entrada de hoy, compañeros! Espero que os haya gustado, y por si os apetece, abro un debate que me parece muy interesante y que podemos iniciar a través de los comentarios: ¿Vosotros pensáis que el empleo de una sola técnica sería beneficioso, u os decantaréis por la inclusión de varios métodos en la preparación de vuestras futuras sesiones de aula? ¡Espero vuestros comentarios!
María.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Hola, María!
EliminarMe ha gustado mucho tu reflexión sobre los métodos de enseñanza-aprendizaje y, ya que abres ese pequeño debate final, aprovecho para dejar aquí mi reflexión.
Yo estoy completamente de acuerdo contigo, creo que el profesorado debería tener capacidad de reflexión y de adaptación a cada situación del aula y también a los contenidos, por lo que no se debería casar con ningún método porque piense que funciona (aquí también entraría el debate sobre los métodos de evaluación...) o por puro conformismo, desgana o falta de información sobre metodologías. Ahora bien, a veces un método que en la actualidad puede parecer anticuado, en realidad, puede resultar muy bien con según qué tipo de alumnado o aspecto lingüístico, por lo que creo que lo habitual debería de ser la conjugación de varios métodos. Lo cierto es que la práctica docente no es nada sencilla, pero porque siempre debería estar ligada a las ganas de mejorar y crear procesos de enseñanza-aprendizaje realmente satisfactorios para todo el grupo-aula. Ya sé que a ti te gusta mucho la parte de contextualizar la didáctica, por lo que creo que serás una estupenda docente de esta nueva generación.
¡Besiños!
¡Hola, María!
ResponderEliminarEn primer lugar, me gustaría felicitarte por tu entrada, creo que has tocado temas muy interesantes con respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje. Concuerdo contigo en que la mayoría de las veces, pensamos que en este proceso solo intervienen los agentes visibles de los que has hablado (el docente y el discente), pero, como tú muy bine has reflejado, detrás de este proceso podemos encontrar a múltiples agentes con una función concreta cada uno. Creo que con tu entrada contribuyes a su visualización.
Por otro lado, teniendo en cuenta que abres un pequeño debate al final, como futura docente no pienso estancarme con el uso de una única metodología, ya que, como bine dices, cada una aporta cosas diferentes y lo que no aporta una lo aporta la otra. Por lo tanto, creo que lo ideal es mezclar distintas metodologías teniendo en cuenta el enfoque que se le quiera dar a las clases y, también, al grupo-aula que tengamos.
¡Un saludo!