TEMA 2: O Marco Común europeo de referencia para as linguas. Obxectivos, métodos e prioridades da política lingüística europea.
¡Hola a todos y a todas y bienvenidos un día más a mi blog! La entrada de hoy estará orientada hacia el segundo tema que Carla Bouzada ha impartido en la asignatura As Linguas Estranxeiras no contexto español e internacional, el cual hace referencia al Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCERL)
Como ya hemos
mencionado en la entrada del Tema 1, hoy en día las lenguas extranjeras han
pasado a formar parte de nuestro día a día, pues conocemos los innumerables
beneficios que nos proporciona aprender un nuevo idioma e ir aumentando nuestro
dominio del mismo. Pero… ¿cómo se evalúa ese dominio y en qué nos basamos para
hacerlo? Seguramente todos hayamos oído hablar del Marco Común Europeo
de las lenguas, y es él quién da respuesta a las preguntas previamente
formuladas. Este nació con los objetivos principales de orientar la política
lingüística europea y de describir el nivel de comprensión oral y escrita de
las lenguas extranjeras, todo ello mediante la especificación de destrezas y
habilidades que un alumno debe tener para ser autónomo y poder llevar a cabo un
desempeño óptimo de la lengua de la que es aprendiz. Este hecho contribuye a la
uniformización del diseño de currículos pedagógicos, ejercicios, evaluaciones,
etc. de cursos de idiomas, por lo que gracias a él existe (o debería existir)
un mayor grado de congruencia entre los cursos de idiomas independientemente de
cual haya sido su país de realización, lo cual facilita el intercambio de
estudiantes y la movilidad europea.
Actualmente, el MCERL establece una escala de seis niveles comunes de referencia para organizar el aprendizaje de lenguas y homologar los títulos, sea cual fuere su entidad de certificación. A su vez, estos seis niveles podríamos incluirlos en tres bloques que atienden a una división clásica: usuario básico (A1-A2, siendo A1 el nivel elemental), intermedio (B1-B2) y avanzado (C1-C2, siendo este último el nivel máximo de aprendizaje de un idioma). Si eres alumno, gracias a las indicaciones de los niveles en cuanto a comprensión auditiva y de lectura, a interacción ya expresión oral y a expresión escrita, el MCERL te permitirá situarte en tu camino desde A1 hacia C2.
A mi parecer, uno de los puntos más
interesantes que presenta el MCERL es que redacta estrategias centradas en la
acción, ya que el progreso en la enseñanza se hace evidente cuando un alumno
pone en práctica las estrategias previamente aprendidas. Esto supone un avance
muy importante, puesto que se comienza a entender que el alumno es un ser
social que se encuentra en continua interacción con el mundo que lo rodea y se
deja a un lado esa concepción de estudiante-ratón de biblioteca que solo se
relaciona con su libro de texto. Gracias a este enfoque, la adquisición del aprendizaje
es mucho mayor, ya que los alumnos forman parte del proceso de
enseñanza-aprendizaje de una manera activa, aumentando su motivación al dejar
de ser meros oyentes de una clase al estilo dogmático. Si bien esto resulta muy
atractivo tanto para docentes como para discentes, su aplicación en el sistema
educativo español dista significativamente de la realidad: quizás en las escuelas de idiomas o en
academias privadas este enfoque no resulte tan lejano, pero sí para los
estudiantes de E.S.O y Bachillerato. Así pues, surge la pregunta: ¿Y cómo lo
ponemos en práctica en un instituto? Nosotros, que nos estamos formando para
ser profesores de lenguas, sabemos perfectamente que la carencia principal del
la enseñanza de idiomas radica en la parte oral, sin embargo, tendemos a reproducir
los patrones de impartición de clase que ya conocemos, aún cuando sabemos que
estos resultan tediosos y no siempre son los más recomendables y atractivos. Para poner en práctica el aspecto comunicativo
no debemos ser conformistas, tenemos que poner de nuestra parte y trabajar con
un contexto plurilingüe en el que el alumno sea partícipe de actividades
comunicativas, trabaje por competencias e identifique situaciones reales en las
que pueda poner en práctica todo lo aprendido.
En conclusión, vivimos en un mundo
en el la enseñanza de idiomas está en constante desarrollo y regulación gracias
a las instituciones europeas, que ponen todo de su parte para fomentar la
convergencia de los métodos y programas de enseñanza, desenvolver un mejor
conocimiento de las lenguas y superar las barreras lingüísticas que nos separan
como ciudadanos. No obstante, todavía queda mucho que trabajar para erradicar
las metodologías en las que se trabajan la gramática y el vocabulario de manera
aislada, lo que se traduce en que el enfoque orientado a la acción que promueve
el MCERL aún está lejos de ser totalmente implantado. ¡Y hasta aquí la entrada
de hoy! Como siempre, espero que os haya sido de interés y que me dejéis
vuestros comentarios. Y no os olvidéis, como futuros docentes debemos saber que
tenemos mucho poder en nuestras manos, más incluso del que creemos. ¡Hasta la
próxima!
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