DIARIO TEMA 7: Seccións bilingües e plurilingües. Metodoloxía CLIL/AICLE. Os proxectos lingüísticos de centro (PLC)

¡Hola a todos y a todas y bienvenidos un día más a mi blog! En esta ocasión la entrada estará orientada hacia el séptimo tema que hemos visto en clase, cuyos contenidos fueron introducidos mediante las presentaciones de aula que tuvieron lugar en la última sesión con Gonzalo Constenla de la materia As Linguas Estranxeiras no Contexto español e internacional. Concretamente, dicho tema versó sobre las secciones bilingües y plurilingües, las metodologías CLIL/AICLE, los proyectos lingüísticos de centro...



Yo profundizaré en Content and Language Integrated Learning o Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas Extranjeras, más conocido por sus siglas CLIL (en inglés) o AICLE (en español), la cual es una metodología que se encuentra en auge y que está basada, como su propio nombre indica, en el aprendizaje integrado de contenidos en una lengua extranjera. Esta trata de que el aprendizaje se desenvuelva de un modo natural a través de la impartición de ciertas asignaturas en el idioma que se quiere aprender o fomentar, y su objetivo principal es que los estudiantes disfruten del proceso de enseñanza-aprendizaje y aumenten su motivación a la vez que mejoran sus competencias en lenguas. ¿Y... cuales son sus principios básicos? Los más definitorios son aquellos que se relacionan con la puesta en práctica de la metodología y se resumen en que la lengua se debe emplear para aprender la materia en cuestión, pero también es necesario aprenderla con el fin de mejorar nuestras destrezas comunicativas; que la materia determina el nivel de lengua que se va a emplear y no al revés (ej: si estamos enseñando tecnología en inglés, los alumnos aprenderán vocabulario específico y trabajarán con los tipos de texto propios de ese campo), así pues, será el idioma el que se adapte a los contenidos y no los contenidos al idioma; y en que la fluidez tiene mayor importancia que la corrección lingüística y el correcto empleo de las estructuras gramaticales. A mi parecer, este principio es uno de los más importantes para que la aplicación de CLIL sea fructífera, vamos a ver el porqué: si lo que buscamos es que un alumno esté motivado resultará contraproducente corregir todos los errores que este cometa, ya que de ese modo solo conseguiremos que se sienta cohibido a la hora de hacer comentarios y que aumente su nivel de frustración. Sin embargo, sí es preciso aprovechar las oportunidades que surjan y que permitan asentar ciertos conocimientos en cuanto a la competencia lingüística, pues así nos aseguraremos de que la comprensión de los contenidos no resulte un problema. Estrechamente relacionado este último principio se encuentra el término andamiaje o scaffolding en inglés, que hace alusión a la teoría elaborada por el conocido pedagogo Bruner  y que contempla la necesidad por parte de los alumnos de tener una base sobra la que puedan asentar su conocimiento y que concibe al profesor como un apoyo o soporte que los ayude a seguir desarrollando nuevas competencias. 




¿Y esta metodología se emplea en nuestra comunidad? ¿Es eficaz? ¿Y qué opinan los padres y la sociedad como conjunto? Actualmente existe un amplio número de centros que trabajan con AICLE o CLIL en sus aulas, lo cual les otorga prestigio, ya que los colectivos que han oído hablar de ella consideran que los alumnos que la experimentan aprenden el idioma extranjero como si se encontrasen un programa de inmersión lingüística y que los beneficios son innumerables. ¿Pero... es todo lo que reluce? Como en todos los ámbitos, existen defensores y detractores, y en este caso no iba a ser diferente. La crítica establece que la implantación de este aprendizaje integrado por contenidos responde a intereses políticos, ya que lo que se busca no es una mejora de la calidad educativa sino que las instituciones europeas consideren que en España estamos poniendo todo de nuestra parte para cumplir con la Estrategia Europa 2020. Además, los docentes afirman que tienen problemas a la hora de enseñar con AICLE ya que carecen de formación para ello y aseguran que tampoco se les proporcionan recursos para conocer todo lo que necesitan acerca de cómo deben ponerla en práctica. Esto se traduce en que los docentes poseen la competencia necesaria para una correcta aplicación, pues su nivel de preparación no es suficiente en cuanto al nivel de conocimiento de la lengua extranjera y no disponen de medios para hacer frente a las clases impartidas con nuevas pedagogías. Dichas deficiencias se trasladan a los resultados, en los que se pueden apreciar que si bien esta metodología es muy interesante, está lejos de ser productiva, al menos, por el momento.


¡Y hasta aquí la entrada de hoy, compañeros! Espero que os haya gustado y que como siempre, me hagáis llegar vuestras dudas y observaciones a través de los comentarios. ¡Hasta la próxima, futuros profes!


María.



Comentarios

  1. Estoy completamente de acuerdo con tu comentario sobre las CLIL o AICLE. Yo aún no sé si estoy a favor o en contra de ellas. Por un lado, creo que todo lo que ayude a los estudiantes a abrirse a un mundo profesional cada vez más competitivo es bueno, por otro lado, no creo que los docentes estén realmente preparados (en este caso hablo desde un punto de vista meramente formativo) para impartir las asignaturas en lenguas extranjeras.

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  2. ¡Hola María!

    Me parece muy interesante la metodología CLIL o AICLE ya que es una forma muy beneficiosa y motivadora de aprender competencias en diferentes lenguas, siempre que se tenga en cuenta, como bien dices, que el idioma se adapte a los contenidos de la asignatura para evitar la frustración en el alumnado, aunque sí que se necesitan ciertos conocimientos para una correcta comprensión de los contenidos. Por otro lado, también es cierto que la falta de preparación del profesorado es un gran hándicap, por lo que aún quedaría mucho por mejorar para que, secundando tus palabras, esta metodología sea productiva.

    Saludos,

    Marta

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  3. Hola María,

    Muy interesante y clara tu entrada, ¡me ha encantado!
    Es cierto que la metodología CLIL o AICLE tiene objetivos muy beneficiosos para el alumnado, no sabemos hasta qué punto está bien implementada en los colegios porque, como bien dices, no es oro todo lo que reluce. Para que esta metodología del resultado es imprescindible que los/as docentes estén muy bien preparados/as, ya que si ellos/as no disponen del nivel adecuado en la lengua extranjera en la que imparten su materia, difícilmente lo hará el alumnado.

    Un saludo,

    Marta.

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